Hola hermano en la fe FELIPE, sabes que todos los dias hablo contigo y se que estas en el cielo junto al Señor, ayer os imaginaba a Fran y a tí charlando y sonriendo, vaya par como no os gusta hablar¡¡¡ os lo estareis pasando genial observando a la comunidad y diciendo madremia¡¡¡ estos no se han enterado todavia de la misa la media¡¡¡ ayudadnos a acercarnos mas a Dios y tu Felipe sigue al pie del cañón como siempre lo has hecho en tu casa con tu mujer Gloria y tus hijos que por cierto tengo que decirte que Pablo conduce igual que tu y tienes unos hijos que son tu reflejo : sencillos, amables, acogedores son los cuatro tesoros que le has dejado a Gloria para que pueda humanamente apoyarse en ellos y ya sabes , no esta sola, toda la comunidad estamos con ella, pero te echa de menos y te necesita ayudala¡¡¡ , se que no tengo ni que pedirtelo.¡¡¡ es tu mujer y mas que tu y Dios no la quiere nadie.
Humanamente ,es cierto ya no podemos hablar contigo como dice mi marido, era mi mejor amigo y el otro dia sabes que estuvo llorando porque no aceptaba tu muerte pero enseguida el Señor le dijo esta donde tiene que estar, y su muerte ha sido un testimonio para mucha gente, la forma de llevar tu enfermedad sin quejarte nunca, siempre dispuesto a colaborar, esa sonrisa tuya que no puedo dejar de ver y sentir.
Tengo que agradecerte que el dia de tu muerte pude estar contigo fue un regalo del Señor poder abrazarte besarte aunque tu piel ya estaba fria pero cuando me incline en tu pecho llorando, porque no entendia nada, la rapidez con la que se pierde la vida y que ya no iba a poder disfrutar de tu presencia de pronto senti una paz que no la puedo describir, me levante y te mire y pude sentir dentro de mi tu sonrisa y la paz que en ese momento me estabas regalando, me estabas diciendo Francis no llores mas por mí pues el cielo existe y yo estoy en el y mi espiritu, mi alma sigue aquí.
Tu entierro fue un entierro de resureccion, yo veía a los hermanos cantar con todas sus fuerzas, queriamos con nuestros cantos unirnos a tu alma y realmente el Espíritu Santo estaba ahí contigo y con nosotros es un sello que quedara siempre en nuestros corazones al igual que cuando el Señor llamo a Fran.
Cuidad desde el cielo de nosotros que seamos fieles al mensaje de Cristo un abrazo sin fin y nos veremos en el cielo TE QUEREMOS.
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