jueves, 20 de febrero de 2014

LOS RUIDOS DE LA VIDA NOS OCULTAN LAS COSAS PEQUEÑAS

¿QUEDAMOS?Hola amigos, sabeis que no escribo desde hace tiempo , pero hoy quiero sumarme a esta invitación de mi hermana que es maravillosa. Poder hablarnos y escribir lo que nos apasione y poderlo compartir entre nosotras. 
Sabéis que están haciéndome pruebas para ver que  ocurre en mi cabecita, parece que ya saben casi todo pero aún me falta otra prueba, y no puedo salir a la calle sola bajo ningún concepto pues me caigo sin darme cuentan muchas veces al día, pero no voy a hablaros de enfermedades, quiero contaros mi experiencia en este tiempo en el que me paso las veinticuatro horas del día en casita, al principio lo tome muy mal sentía que me habían robado mi libertad; pero ahora lo veo como una bendición pues rezo muchísimo, estoy todo el día hablando con Dios y aunque antes también lo hacía, ahora es una verdadera necesidad, rezar Laudes, hacer oración silenciosa, rezar el Rosario, normalmente rezo dos uno por toda mi familia, y otro por todas las personas que conozco, incluidas por su puesto vosotras mis amigas virtuales, pero hay otros días que rezo mas.


 Y este tiempo de meditación que Dios me esta regalando me he dado cuenta de la cantidad de ruidos que soportamos a lo largo del día, ruídos que no nos aportan nada, en el trabajo, en los bares, en los atascos, los de nuestra cabeza que estamos pensando en mil cosas a la vez, que si la comida de hoy, que si que voy a hacer de comer, que si llegan los niños y no tengo tiempo de comprar el pan, llegamos nos sentamos y comemos, bueno lo de comer es un decir pues lo que hacemos es engullir, allí nadie habla, pues no hay tiempo hay que salir corriendo a las academias, a las actividades extra escolares, madremía si he terminado cansada de escribirlo¡¡¡¡¡¡ es un autentico infierno como tenemos montada la vida.
Recuerdo cuando era pequeña, llegaba del cole, merendaba y me bajaba un rato a casa de mi amiga Carmen Maria, hacía mis deberes y ya esta¡¡¡¡¡. 

Por ello en este retiro involuntario, me he dado cuenta que es una maravilla tener todo el día para rezar y observar la maravilla de ver la sonrisa de mi hija, los abrazos y besos de mis pequeñines,
salir a mi porque y susurrarle a mis plantas y darles gracias por hacerme feliz solo con contemplarlas,
tomar mi infusión en mi taza favorita, mirar el cielo y ver el movimiento de las nubes, si hace sol sentir ese calorcito en mi cuerpo, hablar con mis hijos, reir con ellos cuando te cuentan sus batallitas,
hablar con mi marido, un beso una acaricia y poder saborearla aunque ya se haya ido, comer con mis hijos y que me digan "mama que rica esta", e intercambiarnos una sonrisa, mirar desde mi balcón y contemplar los naranjos, esas naranjas tan típicas de mi tierra, contemplar la estela de un avión y pensar donde ira esa gente, disfrutar de las conversaciones cuando vienen a verme, no tener que mirar el reloj etec... es una maravilla poder detenerse y ver la cantidad de cosas pequeñas que nos ocurren durante el día como saborear un baso de agua cuando tienes mucha sed, darte una ducha y sentirte renovada...
bueno amigas estoy super cansada y ya no se que deciros. Un beso muy grande y que Dios os bendiga. 


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